SANTURRÓN

El Verde no pudo seguir subiendo y cayó 3-1 ante un San Martín que sin ser superior logró pegar en los momentos justos. Así el León no pudo mantener su racha de victorias consecutivas y cerró el año de local con un inesperado traspié. Impensado no por rendimientos, sino más que nada por el envión anímico que traía el equipo. En sí, el partido fue muy parejo en la primera etapa, entretenido de a ratos, aburrido sobre el final de esa etapa. Fue el León el que estuvo más cerca de ponerse en ventaja pero entre Silva y Costa Repetto desperdiciaron una chance que el estadio gritaba por anticipado. Esa fue la más clara, aunque después el León dispuso de otras chances algo menos peligrosas y que encontraron a Ferlautto muy seguro.
El Verde no supo aprovechar ciertas desinteligencias entre los defensores y Ferlautto que en varias ocasiones no se pusieron de acuerdo.
San Martín tuvo una sola clara tras un error en mitad de cancha que obligó al Mono García a lucirse. Pero en el complemento el visitante madrugó al Verde con un gol rarísimo y muy protestado, Villalba la mandó a guardar y de ahí en más el León fue un desconcierto en defensa, algo que no venía ocurriendo en los últimos partidos. De hecho, por primera vez en el torneo al Verde le convirtieron tres goles, dato no menor. El segundo fue una falla compartida tras un corner al primer palo, Dallera perdió la marca de Arrua y García no salió a cortar por lo que el Paraguayo aprovechó el regalito y de cabeza definió el partido.
El Verde quemó las naves. Ya con el 0-1 había ingresado Guido Sergi por Rizzo de flojo partido y el debutante delantero aprovechó la única que tuvo para poner el descuento. El Pájaro Silva, que sigue siendo el mejor lejos, le había ganado una pelota de esas que nunca da por perdida a Sayago y le sirvió el gol al 18. El Verde jugó bien esos cinco minutos previos al descuento cuando Lucas Alonso se despertó y a puro enganche logró meter al visitante contra la valla de Ferlautto. Pero Lucas jugó esos 5’ o 10’ y nada más. Luego se apagó y el Verde para colmo sufrió el tercer cachetazo de la tarde tras un centro desde “la casa” que cabeceó Ortega aprovechando el desconcierto de la defensa que en esa jugada coronaba una de las peores tardes del torneo. No se entendió demasiado de que jugó el Pato una vez que ingresó Sergi. El debutante mostró credenciales de ser un 9 de área, sin demasiada habilidad pero mañoso a la hora de poner el cuerpo y hacer el juego sucio. Entró con el pie derecho hasta se anotó en la red. Pero el Pato increíblemente pasó a jugar retrasado puesto que sin dudas no es el suyo y eso quedó claro. No tiene demasiado sentido poner un tercer delantero si este finalmente va a jugar de enganche o lo que fuera que jugó. Cada vez que agarraba la Pelota tenía que correr 40 metros para llegar al arco rival, y de hecho se lo notaba incómodo, percepción que, claro está, es discutible.
Pero como decíamos la semana anterior, el Verde ganaba con lo justo, como también podía perder, cosa que ocurrió este sábado. A excepción del partido con Español, el que hace el primer gol gana, o por lo menos, no pierde. Los números lo refrendan.
Seguramente esta derrota nos devuelve un poco a la tierra, pero aún queda mucho campo por recorrer y tras la remontada de estos partidos, el crédito sigue abierto.
Además, ante FC Urquiza será otra buena prueba, y si llega puntero al sábado, mucho mejor. ¿No? ITUZAINGÓ: García, Dallera, Couceiro, Cardozo y Frisani, Fernández, Ibáñez, Rizzo y L. Alonso, Silva y Costa Repetto.
ST: entraron Guido Sergi y Emiliano Núñez.