ITUZAINGO 3 - LAMOLINA 4
Era una buena oportunidad para saber donde estaba parado el Léon. Se recibía al CADU, puntero con más de 10 encuentros invicto, más de 500 minutos sin recibir goles y 12 goles en contra en 23 partidos. Números más que respetables para el rival de Ituzaingó. El Verde, de irregular torneo, venía en levantada con dos victorias sucesivas. Y se suponía que un equipo con estos números no debería necesitar ayuda extra para poder imponerse ante un equipo de mitad de tabla.
Pero el León no se asustó y en menos de un minuto Grabre de cabeza ponía el 1-0 rompiendo parte de esos “brillantes” números. El Cadu reaccionó enseguida cambiando golpe por golpe y el León tampoco se metió atrás. Vibrante y parejo encuentro con predominio del local que presionando al puntero se agrandaba cada vez más. El Cadu llegó al empate a los pocos minutos en una jugada discutidísima que Lamolina convalidó. El Verde volvería a golpear cuando García capturaba un rebote del 1 visitante y la mandaba a guardar. Lamolina anula la conquista ya que cobra cuando García recibe el rebote y no cuando partió el remate de Gelpi.
La jugada clave fue la expulsión de Ayoroa y el penal que le abrió el camino al CADU para el 2-1. Minutos atrás hubo una situación similar en el área del CADU pero el hijo Lamolina hizo gala del “siga-siga”. Se veía venir que habría que sobreponerse a algo más que 11 rivales.
Con mucho fútbol y voluntad el Verde arrinconó al CADU, le creó varias situaciones hasta que García armó un jugadón para servirle el gol a Gelpi. 2-2 y el Verde iba por más. El CADU respondía pero esperaba retrasado, con uno más no se hacía dueño del partido. Y llegó una nueva ayudita de Lamolina que obvio una falta a un defensor Verde y luego le regaló un tiro libre al CADU que Monzón cambió por gol. 3-2 y fin del primer tiempo.
En el segundo el Verde salió a meterlo al CADU en su arco y lo logró. De la mano de las subidas de Avalos y el muy buen partido de Zampini y Marcarie. Justamente el ex-Berazategui se mando una jugada descomunal por derecha y le sirvió el empate a Leo Grabre que la empujó abajo del arco. 3-3 memorable, electrizante, a esa altura pocos se acordaban que el Verde tenía 10 y que los de Celeste venían punteros.
Lamolina seguía haciendo de las suyas, pero por esos momentos cortando jugadas en el mediocampo, tratando de que no sea tan evidente su arbitraje más que parcial y malintencionado.
El Verde buscó el 4-3 en los últimos 15’ con el aliento ensordecedor de toda la cancha que le pedía “tenemos que ganar” y estuvo muy cerca. Sólo un cagadón de la defensa le privó de llevarse por lo menos un merecido punto. Lamentablemente Izaguirre volvió a desentonar, saliendo mal en el primero y cuarto gol. No queremos cargar las tintas en él, pero no logra afianzarse en el arco. Derrocha inseguridad, no sale nunca y cuando lo hace es medio gol del rival.
No solo por arriba donde casi no sale nunca, sino en jugadas largas donde los defensores muchas veces cubren el balón para que el 1 despeje o salga pero casi siempre se queda atornillado bajo los tres palos y el defensor de turno termina revoleándola mal como pasó en el último gol. Insistimos, quedan 10 fechas, hay tiempo para foguear a algún pibe. Si Hugo López tiene la idea de primero asegurar el cero en su arco no se entiende por qué lo banca tanto. Si se llega al reducido será a matar o morir y un error como alguno de los del sábado nos puede dejar sin nada.
Más allá de la derrota la mayoría de los hinchas nos fuimos satisfechos, ya que el Verde demostró que le puede ganar a cualquiera aún con uno menos y con el referí en contra los 90’ minutos. Nos gustó mucho la actitud del Verde al quedarse con 10, armó una línea de tres y siguió buscando la victoria. Inclusive Avalos era un volante más, casi el más ofensivo. No hay que restarle meritos al puntero que facturó todo lo que tuvo y aprovechó los regalitos de su impensado mejor jugador: Nicolás Lamolina.
ITUZAINGÓ: Izaguirre, Avalos, Ayoroa, Torres, Dallera; Marcarie (I. Pérez) Grabre, Ibañez y Zampini, García y Gelpi (Di Paolo)
HOMENAJE AL CHULO RIVOIRA
En el entretiempo el Presidente del CAI José Luis “Cacho” García le entregó una plaqueta al Chulo Rivoira, artífice del mayor logro deportivo del CAI, nos referimos al Campeonato de la B logrado allá por 1992 en Avellaneda ante Los Andes. El Chulo, que metió uno de los penales decisivos aquella tarde-noche y recibió la ovación de todo el estadio, el clásico “Olé, olé, olé, olé, Chuloooo, Chuloooo”. No había podido estar en el homenaje a los campeones de principios de temporada ya que se encontraba en Córdoba dirigiendo a Instituto. Pero este domingo fue la ocasión perfecta para que también recibiera su merecido homenaje. 
Era una buena oportunidad para saber donde estaba parado el Léon. Se recibía al CADU, puntero con más de 10 encuentros invicto, más de 500 minutos sin recibir goles y 12 goles en contra en 23 partidos. Números más que respetables para el rival de Ituzaingó. El Verde, de irregular torneo, venía en levantada con dos victorias sucesivas. Y se suponía que un equipo con estos números no debería necesitar ayuda extra para poder imponerse ante un equipo de mitad de tabla.Pero el León no se asustó y en menos de un minuto Grabre de cabeza ponía el 1-0 rompiendo parte de esos “brillantes” números. El Cadu reaccionó enseguida cambiando golpe por golpe y el León tampoco se metió atrás. Vibrante y parejo encuentro con predominio del local que presionando al puntero se agrandaba cada vez más. El Cadu llegó al empate a los pocos minutos en una jugada discutidísima que Lamolina convalidó. El Verde volvería a golpear cuando García capturaba un rebote del 1 visitante y la mandaba a guardar. Lamolina anula la conquista ya que cobra cuando García recibe el rebote y no cuando partió el remate de Gelpi.
La jugada clave fue la expulsión de Ayoroa y el penal que le abrió el camino al CADU para el 2-1. Minutos atrás hubo una situación similar en el área del CADU pero el hijo Lamolina hizo gala del “siga-siga”. Se veía venir que habría que sobreponerse a algo más que 11 rivales.Con mucho fútbol y voluntad el Verde arrinconó al CADU, le creó varias situaciones hasta que García armó un jugadón para servirle el gol a Gelpi. 2-2 y el Verde iba por más. El CADU respondía pero esperaba retrasado, con uno más no se hacía dueño del partido. Y llegó una nueva ayudita de Lamolina que obvio una falta a un defensor Verde y luego le regaló un tiro libre al CADU que Monzón cambió por gol. 3-2 y fin del primer tiempo.
En el segundo el Verde salió a meterlo al CADU en su arco y lo logró. De la mano de las subidas de Avalos y el muy buen partido de Zampini y Marcarie. Justamente el ex-Berazategui se mando una jugada descomunal por derecha y le sirvió el empate a Leo Grabre que la empujó abajo del arco. 3-3 memorable, electrizante, a esa altura pocos se acordaban que el Verde tenía 10 y que los de Celeste venían punteros.Lamolina seguía haciendo de las suyas, pero por esos momentos cortando jugadas en el mediocampo, tratando de que no sea tan evidente su arbitraje más que parcial y malintencionado.
El Verde buscó el 4-3 en los últimos 15’ con el aliento ensordecedor de toda la cancha que le pedía “tenemos que ganar” y estuvo muy cerca. Sólo un cagadón de la defensa le privó de llevarse por lo menos un merecido punto. Lamentablemente Izaguirre volvió a desentonar, saliendo mal en el primero y cuarto gol. No queremos cargar las tintas en él, pero no logra afianzarse en el arco. Derrocha inseguridad, no sale nunca y cuando lo hace es medio gol del rival.
No solo por arriba donde casi no sale nunca, sino en jugadas largas donde los defensores muchas veces cubren el balón para que el 1 despeje o salga pero casi siempre se queda atornillado bajo los tres palos y el defensor de turno termina revoleándola mal como pasó en el último gol. Insistimos, quedan 10 fechas, hay tiempo para foguear a algún pibe. Si Hugo López tiene la idea de primero asegurar el cero en su arco no se entiende por qué lo banca tanto. Si se llega al reducido será a matar o morir y un error como alguno de los del sábado nos puede dejar sin nada.Más allá de la derrota la mayoría de los hinchas nos fuimos satisfechos, ya que el Verde demostró que le puede ganar a cualquiera aún con uno menos y con el referí en contra los 90’ minutos. Nos gustó mucho la actitud del Verde al quedarse con 10, armó una línea de tres y siguió buscando la victoria. Inclusive Avalos era un volante más, casi el más ofensivo. No hay que restarle meritos al puntero que facturó todo lo que tuvo y aprovechó los regalitos de su impensado mejor jugador: Nicolás Lamolina.
ITUZAINGÓ: Izaguirre, Avalos, Ayoroa, Torres, Dallera; Marcarie (I. Pérez) Grabre, Ibañez y Zampini, García y Gelpi (Di Paolo)
HOMENAJE AL CHULO RIVOIRA
En el entretiempo el Presidente del CAI José Luis “Cacho” García le entregó una plaqueta al Chulo Rivoira, artífice del mayor logro deportivo del CAI, nos referimos al Campeonato de la B logrado allá por 1992 en Avellaneda ante Los Andes. El Chulo, que metió uno de los penales decisivos aquella tarde-noche y recibió la ovación de todo el estadio, el clásico “Olé, olé, olé, olé, Chuloooo, Chuloooo”. No había podido estar en el homenaje a los campeones de principios de temporada ya que se encontraba en Córdoba dirigiendo a Instituto. Pero este domingo fue la ocasión perfecta para que también recibiera su merecido homenaje. Muchos, por un instante, viajamos a aquellos gloriosos momentos, recordando por qué no la “vuelta olímpica” en cancha de Morón cuando tras el empate ante Atlético Tucumán 0-0 el León festejaba su permanencia en el Nacional B y el Chulo (devenido en DT) era llevado en andas por toda la hinchada del León que terminó aquel partido dentro del campo de juego junto al piberío del Club que había logrado aquella hazaña. Merecidísimo Chulo. Ojalá vuelvas algún día. 
FOTOS DEL BINGO EN LA SEDE
* Agradecemos como siempre a Daniel por las fotos
UNA MUERTE MÁS PARA CASTRILLI
El pésimo arbitro de ex-fútbol, horrible cuasi-periodista y peor político se cargó una nueva víctima inocente, un chico de Veléz de apenas 21 años asesinado cobardemente por un cagón que gatilló un revólver a distancia. Pero era previsible. A causa de incidentes en Primera (un muerto en la Promo Chicago-Tigre) sólo el ascenso había sufrido la veda de sus hinchas visitantes. Estos inútiles escondieron la mugre abajo de la alfombra y la Primera siguió con sus visitantes como si nada.
Desde entonces a la fecha nada se hizo en cuestión seguridad, sólo extender la veda para el ascenso. Y pasó lo que podía pasar. Una nueva muerte, que debe hacer renunciar a toda esta camada de parásitos del fútbol. Deben ser enjuiciados por inacción. El argumento de las inseguras canchas del ascenso y los brillantes accesos de las canchas de primera se hizo añicos. Esperemos que desde arriba se les meta la patada en el orto que merecen desde hace rato y dejen el lugar para alguien que quiera laburar en serio en el asunto. Esta gente gana demasiado guita y es muy mediocre como para esperar un gesto de grandeza propio reconociendo que el puesto les queda absolutamente grande.
FOTOS DEL BINGO EN LA SEDE * Agradecemos como siempre a Daniel por las fotosUNA MUERTE MÁS PARA CASTRILLI
El pésimo arbitro de ex-fútbol, horrible cuasi-periodista y peor político se cargó una nueva víctima inocente, un chico de Veléz de apenas 21 años asesinado cobardemente por un cagón que gatilló un revólver a distancia. Pero era previsible. A causa de incidentes en Primera (un muerto en la Promo Chicago-Tigre) sólo el ascenso había sufrido la veda de sus hinchas visitantes. Estos inútiles escondieron la mugre abajo de la alfombra y la Primera siguió con sus visitantes como si nada.
Desde entonces a la fecha nada se hizo en cuestión seguridad, sólo extender la veda para el ascenso. Y pasó lo que podía pasar. Una nueva muerte, que debe hacer renunciar a toda esta camada de parásitos del fútbol. Deben ser enjuiciados por inacción. El argumento de las inseguras canchas del ascenso y los brillantes accesos de las canchas de primera se hizo añicos. Esperemos que desde arriba se les meta la patada en el orto que merecen desde hace rato y dejen el lugar para alguien que quiera laburar en serio en el asunto. Esta gente gana demasiado guita y es muy mediocre como para esperar un gesto de grandeza propio reconociendo que el puesto les queda absolutamente grande.
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