7 de diciembre de 2010

PEDISELO A PAPA NOEL

Ituzaingó volvió a dejar puntos en casa y con una rueda terminada sólo ganó un partido de local, el primero. Si bien el rendimiento hasta la expulsión de Páez no fue más flojo que de costumbre, luego el equipo se derrumbó y volvió a perder. Haciendo un balance de la temporada, no ya de este partido, lo del equipo fue lamentable, en cuanto a números, y mucho mas en cuanto a juego. Los refuerzos nunca fueron tales y lo que venían jugando bien cayeron a pique en su rendimiento. Esta tarde daba ganas de saltar a la cancha viendo el paso "al trote" de Sebastián Benítez, quien llegó como una de las mejores incorporaciones y una vez más no apareció en el partido más allá de patear un par de veces al arco. El resto de los refuerzos, mucha voluntad, pero cero juego. Lo demostró Nicolás Alonso, que hoy trababa hasta con la cabeza y cuando Atlas tocaba la pelota se tiraba al piso como el meor karateca del CAI, pero cierto es que el Verde no lo trajo para eso. Lo mismo Buono en otros partidos, sólo 4 goles ( 2 de penal) en una rueda. Diego Gómez, jugo tres partidos enteros con suerte. Y eso por no detenernos en nombrar aquellos jugadores que no son de renombre, no viene al caso tirar mierda ya que nada solucionará. Pero si por este plantel los dirigentes hacen un gran esfuerzo económico, no le vemos demasiado sentido el seguirlo haciéndolo. Ituzaingó puede levantar unos partidos, pero no tiene chapa no sólo para ascender, sino ni siquiera para ilusiuonar a su gente que tiene una paciencia pocas vistas en el ascenso.
Los de acá, Zampini juega dos partidos bien y 5 mal, y hasta el Wity tuvo una primera ronda para el olvido. Ante Atlas, Silva era el único que parecía estar en sintonía y salió en la primera etapa lesionado. Lemos, demostró algo, y tiene el changüí de que jugó poco.
En lineas generales, esta primera etapa es un fracaso rotundo por más que se lo quiera perfumar de torneo irregular. Victor Benítez ordenó el equipo, pero sólo eso, más no hay, tampoco es mago. Es una extraña sensación ver al Verde jugando por casi nada, soñando quizas con un octogonal que hasta se le viene negando. Y lo que es peor, es tristísimo acostumbrarnos cada día más a esto en lo futbolístico.
No deja de ser una gran contradicción, ver un club pujante y que crece en lo institucional, pero que en la cancha da cada día más lástima.

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