21 de agosto de 2012

TRIUNFAZO

El Verde ganó un partido más que chivo, de esos que hay que ganar si la intención es pelear bien arriba. El desahogo llegó en tiempo adicional cuando el empate parecía sentenciado. En una cancha en pésimo estado, el León justificó la victoria porque fue quien más arriesgó. El Verde enfrentaba a un Muñiz que tenía entre sus titulares muchas caras conocidas, jugadores que aunque de renombre pasaron en su mayoría con más pena que gloria por el León.

El Verde dispuso de un par de chances muy claras en la primera etapa entre ellas un cabezazo que Buono erró abajo del arco cuando todos gritaban el primero. Al 9 también le anularon una jugada que había terminado en gol por una dudosa posición adelantada. El Verde ganaba generalmente por la banda izquierda y así le generó varias chances a un Claudio Paz que tuvo más errores que aciertos. Ituzaingó no pudo aprovechar ninguna chance y se tuvo que conformar con el 0-0 finalizados los primeros 45’.

En las segunda etapa el Verde no generó tantas opciones aunque sí fue quien más tuvo la pelota, con Vallejos como figura de la cancha ganando siempre que se lo propuso por la banda derecha. Cuando se asociaban Bevcar y Vigna se notaba que el equipo ganaba en claridad, pero esto ocurrió a cuentagotas. Lo más flojo sin dudas lo de Paño, estuvo ausente todo el encuentro hasta que salió reemplazado. Bien Lescano en el arco, sin fallas, dando seguridad en los centros que llovieron. En la segunda etapa el Verde tuvo también opciones muy claras, una tras un mal rechazo de Paz que le quedó a un sorprendido Lula Miranda que devolvió gentilezas al arquero. Y una contra que Lucas Buono no pudo aprovechar adelantando en el último toque una pelota que parecía tener destino de red. Y cuando el arbitro Diulio (un verdadero desastre) ya había adicionado tres, apareció Fabricio Vicario (su segundo gol en primera) por derecha para cruzar un remate al palo derecho de Paz que nada pudo hacer. Estalló el estadio y también los jugadores de Muñiz que reclamaban una supuesta posición adelantada.
En la última bola de la tarde, Bevcar se puso también la pilcha de héroe de la jornada sacando de la línea un remate que parecía ser el empate. Un corner más, y final. Desahogo, gritos contenidos, festejos, ilusiones. Un sueño en marcha.