El León no festejó ni dejó festejar. Había salido herido de muerte tras los fallos del tribunal de disciplina y salió obligado a ganar aunque de nada sirviera. Arrancó abajo en el marcador tras una siesta de García en un tiro libre pero de a poco se fue adueñando del tramite del encuentro y lo ganó con autoridad. Tanta, que da bronca que ya no haya más nada que hacer.
El Verde parecía el que peleaba el título y el visitante el que no jugaba por nada. Fue así que tras desperdiciar algunas chances, Barzola le entregó el gol a Silva con un magnífico centro que el Pájaro aprovechó. 
En la segunda etapa el Verde afinó la puntería y Silva definió en pleito con dos contragolpes que por un momento hicieron olvidar al hincha del Verde el patético momento que vive este equipo, que más allá de la levantada final se queda nuevamente en la puerta del reducido.
Yupanqui fue una sombra que poco y nada asustó a un León que se acordó tardísimo de jugar y por sobre todo, de ganar.
Reproches de la popu al finalizar el encuentro y aplausos de la platea para coronar un cierre de temporada por nadie esperado. Se tendrán que venir varios cambios en todos los ámbitos si es que el Verde quiere salir de esta pesadilla de ser un equipo más que pulula en la D.
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