El pronóstico del tiempo superó claramente a intuición del “se juega” forjada desde que al fin paró la lluvia. Es así que tras algunos tejes & manejes salimos con esa sensación de victoria personal que se siente al ir a la cancha en horario laboral. Celebrando esta situación que requirió de un cierto poder de convicción y con la velocidad de una rutina que debía agotarse en menos horas que las habituales, olvidamos confirmar un pequeño detalle.El sol mañanero se suponía despejaba dudas. La vorágine, hizo el resto.
Ya en Constitución y a cambio de $0.90 recibimos un boleto, Verde !!!! ¿Alguna señal más clara que esa hacía falta? Y se ve que sí. Y la señal llegó cuando ya era demasiado tarde.
-No se juega pelotudo !!!
- Noooooooooooooooo !!!
Era un clara señal de que siempre se puede ser un poco más boludo.
A no bajar los brazos que se viene (en bondi) Muñiz.
Ojalá no llueva porque los muchachos visitantes van a tirar la bronca si les hacemos gastar en el 163 las pocas monedas que andan en la calle.
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